El hombre, lo místico, la naturaleza y los símbolos entremezclan su obra con una idea de interpelación sin llegar al reproche, más cercano a una nueva forma de ver el mundo a través de los ojos del arte ofreciendo imágenes en un cambio de paradigma. Los símbolos como elemento pregnante y reminiscente provocan un paralelismo con mundos lejanos que rebrotan en la mente de quien se detiene a observar.

Los materiales utilizados escapan a los convencionales, prefiriendo objetos o partes de ellos de descarte o “basura ”, intentando promover una nueva organización de los mismos devolviéndoles vitalidad y energía dentro del cuerpo de obra, esbozando a través del arte una nueva forma de consciencia sobre nuestros pasos dentro del planeta, intentando cubrir nuestras huellas de manera armoniosa y amistosa con la naturaleza, devolviéndole al hombre su poder en relación con la misma.

La naturaleza con sus ciclos, símbolos antiguos y contemporáneos intensifican el gesto de la obra hacia lo abstracto en la mayoría de las pinturas otorgando un lugar preponderante al espectador con sus propios pensamientos y concepciones, dotándolo de posibilidades para repensar formas, estructuras y colores dentro de una estética diferente.